lunes, 26 de noviembre de 2012

Vulnerabilidad.


La vulnerabilidad nos permite ejercer un poder sin igual que es el poder de la elección. Sentirse vulnerables tanto puede hundirnos como revelarnos nuestra naturaleza transformadora. Porque somos frágiles, elegimos ser grandes. Porque la vida nos pesa, elegimos que tenga sentido. Porque tiene tanto de levedad, decidimos convertirnos en una bella, bondadosa y verdadera creación.

No hay que huir de la vulnerabilidad, sino abrazarla. Hay que amarla como parte de nosotros mismos y permitirle que nos exponga a nuevos estadios de crecimiento. Abrazar la vulnerabilidad es sostenernos a nosotros mismos, amarnos desde el lado por el que solemos oscurecer. Es sentirnos vivos, sensibles y amantes.

No hay nada más vulnerable que un recién nacido. No obstante, cuanto potencial de vida esconde, cuanta fuerza se halla en su llanto y cuanto amor genera a su alrededor. Al fin y al cabo, solo el amor es perenne, solo él nos cura las heridas. Lejos de su grandeza es cuando más nos sentimos vulnerables.

“Es un gusto celebrar alegrías, pero lo que nos enlaza plenamente con el otro es compartir el dolor”

lunes, 19 de noviembre de 2012

Conócete a través de otra persona.

Sonríe, muéstrate feliz, sino todos los demás te pasan por encima. Ríete, disfruta, no tienes edad para permitir que te aburras. Conoce, investiga todo, no des el gusto a los demás de conformarte con escuchar sus propias experiencias. Equivócate, cáete mil veces en el mismo lugar, date permiso de descubrir tu mundo tu sola. Ayuda, escucha a los demás, no sabes cuándo vas a ser tu el que necesite un consejo. Piensa, entiende, pero no tengas miedo a los impulsos. Vive cada minuto con tus propias reglas. Corre, libérate, no te ates a nadie que no lo merezca. Suéltate, grita, no tengas miedo de mostrar quien eres. Vive y deja vivir, pues nunca te olvides de que no estás por encima de nadie. Cúidate, quierete mucho, si tu no lo haces, no lo va a hacer nadie. Enamórate, ama, y conócete a través de otra persona.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Sueños.

Tu futuro depende de tus sueños, no pierdas el tiempo y vete a dormir, ponte tu pijama favorito o aquel de conejitos que tienes olvidado el en fondo del armario. No pierdas ni un solo segundo, has tenido un mal día, esta noche te mereces soñar y alejarte de todo lo que te preocupa y no te deja pensar. Te acuestas y cierras los ojos con la esperanza de que ellos estén esperándote en algún lugar de tu cama, cierras los ojos con una sonrisa y comienzas a volar, dejas que tu subconsciente maneje tu cerebro a su gusto para sentirte bien. Quieres soñar con tu futuro pero no se ve nada, tus sueños están oscuros, no pueden ver más allá de la realidad, no te quedan excusas para inventarte una nueva historia, ya no es posible volver atrás, nunca debes arrepentirte de tus errores, ellos te ayudan a aprender y a no volver a cometerlos otra vez, debes convivir con ellos, no te puedes encerrar en tus sueños creando un futuro cuando aún no has aceptado tu pasado y vivido tu presente. No te angusties, te queda mucho que recorrer, sé como te sientes cada vez que te miras, te deprimes y quieres volver a dormir. No puedes pasarte la vida soñando, despierta y mira la realidad, sé que dentro de ti hay una gran persona deseando salir a luchar por todo lo que se merece, no te reprimas, corre y sal. Descontrólate, siente como la energía invade de nuevo tu cuerpo haciendo que te sientas libre, olvida todos los problemas que cargas en tu espalda, tu no tienes la culpa de lo que te está sucediendo, tu no has liado las cosas, esto tenía que suceder de un momento a otro. No te sientas culpable, no tienes la culpa, las cosas pasan porque tienen que pasar no por las decisiones ya tomadas. Los sueños nunca mueren pero las oportunidades se suicidan al no querer aprovecharlas. No debes derramar lágrimas por cosas que no pudiste evitar, siéntate y piensa en que no vas a perder nada por intentar plantarle cara a todas esas cosas que tienes guardadas dentro de ti, apóyate en ti misma si no tienes en quien hacerlo, eres fuerte, estás deseando salir, no te reprimas, sal y comete el mundo, haz cosas que nunca imaginaste que harías, sonríe, permítete ser feliz y vivir la vida como una persona normal y corriente, deja esos complejos atrás y habla con la gente de tu alrededor, olvida tu timidez y cuenta glorias. Pero no te quedes pretendiendo soñar durante todo el día, el futuro depende de tus sueños, pero también de tus actos…